Mi hueco – Jaiku largo

Esta tristeza es un hueco

un foso una isla un desagüe.

 

Vuelve tu cucharita cálida

a desearme buenos días

o regulares tardes.

Con aliento inodoro

matutino, el inodoro

todo tú inodoro

tu sudor mi líquido

entre tus dientes los míos.

 

Mastiqué cada pieza

de tu músculo en crudo.

Sabía cuándo tocarías el techo

antes que tú mismo.

Yo quería darte

un millón de hijos

que corriesen por las sendas

de ningún abismo

y que cuando se cayeran

pidiesen primero

Mercromina y luego

vino tinto compartido.

 

Lo cierto es que sin ti

brindo las copas de los árboles,

cobijada aún a la sombra

de tu tronco macizo.

Dueles callado como tierra

infectada bajo costra

y la uva nunca sacia,

nunca sacia ni el racimo.

 

Cimenté sobre ternuras

para erguirme en aforismos.

Aplasté cuanto dejamos

para inspirar e inspirarme.

Y vuelves a deshoras en las siestas

donde no hay consuelo.

Ni consuelo ni contecho:

nuestra casa, una explanada.

 

Nunca giras el cuello, tú.

Jamás lo giras, tú.

Mi foso mi isla mi desagüe

mi hueco.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s